Si hablamos de victorias o fracasos electorales, en este último grupo deberíamos incluir además de algún partido político a las empresas demoscópicas.
¿Cómo es posible que ni se hayan acercado al resultado? Está en boca de todos el gap tan grande entre lo que se predice y lo que sale.
No creo que sea un tema de metodología. las encuestas con toda seguridad se habrán hecho con todo el rigor, profesionalidad y calidad. El trabajo fue bueno, pero el resultado malo.
Esto nos debería hacer reflexionar a todos. Los que seguro que lo están haciendo son los compradores de encuestas.
¿Para cuando abrir las miras a buscar otros métodos de investigación?
No hablamos se sustituir nada si no complementar con nuevos datos que aporten focos nuevos de información: estados de ánimo y emocionales, preferencias inconscientes que son las que determinan lo que pasará en el último minuto cuando el elector decide tomar una u otra papeleta.
¿Se imaginan poder recrear esa situación de estar en el momento de escoger la papeleta en la cabina? Monitorizar sus emociones y deseos… y hacerlo cuantas veces queramos para ver cómo va cambiando aportando de este modo un nuevo termómetro emocional.
¿Se imagina poder medir que sentimientos suscita las imágenes de líderes y partidos asociados a valores y conceptos? O asociados a los hechos de la actualidad…
No se lo imagine. Eso ya existe.
Sólo queda la voluntad de integración de la neurociencia con las metodologías existentes. Con más información se pueden considerar más variables y predecir nuevos posibles cambios y resultados.